“El hombre actúa con tanto acierto como bien informado esté”
(Juan Domingo Perón)
Los seres humanos requerimos permanentemente información en todos los órdenes de la vida: para defender nuestra nación, para defender una idea, para defender un proyecto de país o una idea política y, en forma individual, para la elección de múltiples aspectos de la vida cotidiana..
En el orden político el tres veces presidente constitucional de Argentina enseñaba que “La tarea de adoctrinamiento es dar continuidad y permanencia a la idea revolucionaria, así como también a la ejecución de todas las medidas que dieron nacimiento a un movimiento revolucionario. En l950 nosotros habíamos organizado nuestras escuelas de adoctrinamiento. Existían escuelas peronistas en todas las capitales de provincia, y en muchas localidades del interior de nuestras provincias funcionaban escuelas similares.
Aquí, en la Capital Federal, teníamos la Escuela Superior, en la cual yo era profesor, de manera que la conozco bien. Y contábamos, además, con varias escuelas peronistas, donde se impartía adoctrinamiento a través de los hombres que venían sosteniendo ya una larga lucha pudiendo, por lo tanto, transmitir no sólo la teoría sino el producto de una experiencia. Hoy tenemos que reeditar ese mismo sistema. Creo que este punto de partida de crear cursos de adoctrinamiento es de una importancia decisiva para nuestros futuros políticos. Nuestro Movimiento es cuantitativamente grandioso. Pensemos lo que sería si lo hiciéramos también cualitativamente.”
En el mensaje del 12 de junio de 1974 indicaba que “Hay pequeñas sectas, perfectamente identificadas, con las que hasta el momento fuimos tolerantes, que se empeñan en obstruir nuestro proceso; son los que están saboteando nuestra independencia y nuestra independencia política exterior; son quienes intentan socavar las bases del acuerdo social, forjado para lanzar la Reconstrucción Nacional. Son esos mismos que quieren que volvamos a apagar los motores(..). A mi juicio, quienes inducen al desorden están promoviendo la contrarrevolución, y estoy convencido de que el pueblo habrá de combatirlos, como siempre hace con sus enemigos. Sé positivamente que existen algunos problemas reales. ¿Cómo evitarlos cuando estamos cambiando drásticamente las estructuras de la dependencia, montadas por los empleados de los poderes coloniales? Pero estoy convencido de que esos problemas tienen poco que ver con los que inventan los saboteadores del proceso(…) Los que hace muchos años estamos en esta labor, sabemos claramente que un 80 ó 90 por ciento de las cosas que se andan diciendo por ahí, son inventadas por los profesionales de la acción psicológica(…) (Método que se repite actualmente).
En un mensaje al pueblo argentino el 4 de febrero de 1974 decía “La estabilidad de los liberales era con devaluaciones contra el pueblo: estabilidad de la miseria, de la mortalidad infantil, de la dependencia, del atraso interior, mientras se practicaba la política de la tierra arrasada. Contra esto actuamos en la coyuntura y contra esto también en la estructura. (Menem-Duhalde devaluaron la moneda 250 por ciento en 1989 y Duhalde 200 por ciento en 2002 con las consecuencias que advertía el general Perón).
En el mismo sentido Scalabrini remarcaba como advertencia que “La devaluación de la moneda argentina que se adopta sorpresivamente con el pueril pretexto de estimular la producción agraria, hace descender el nivel de vida de la Argentina hasta límites humillantes de una factoría. La mercadería que el país importa del exterior deberá ser pagada con el doble de productos argentinos. . Parecen ciudadanos y son agentes de los intereses extranjeros. Ellos van ocupando lentamente los puestos claves de los comandos de la vida económica nacional, y su obra lenta y paulatina comienza a desarticular la organización. (Es evidente entonces la necesidad de la información, de la capacitación para evitar que se vuelva a repetir en nuestra patria lo sucedido entre los años l976 y 2003 donde se sucedieron varias megadevaluaciones, con una galopante inflación y la secuela de empobrecimiento de amplias capas de la población, y la destrucción de numerosas industrias además de muchos otros efectos económicos y financieros).
Sobre las campañas sicológicas de deformación de la verdad, el General Perón, decía en su último discurso, el 17 de junio de 1974 que “Lo que se ha venido trabajando entre la Confederación General del Trabajo y el Gobierno, no ha tenido sino pequeños errores, agrandados por una campaña psicológica por los medios masivos de información que se han propuesto un plan de agitación contrarrevolucionario(..). Hemos venido notando que en los medios masivos de información hay un proceso de deformación de la verdad y aprovechamiento de cualquier cosa para hacer problemas. No hay día en que en un diario no aparezca una cosa catastrófica en primera plana.”(Algo semejante se repite actualmente tratando de desestabilizar al gobierno).
A su vez Scalabrini enseñaba que El periodismo es quizá la más eficaz de las armas modernas que las naciones eventualmente poderosas han utilizado para dominar pacíficamente a los países más débiles. Es un arma insidiosa que penetra hasta la intimidad del cuerpo nacional y sofoca casi en germen los balbuceos de todo conato de oposición. Su acción es casi irrenunciable porque fundamentalmente opera a través de sus opiniones y mediante el diestro empleo de la información que por su misma índole no puede proporcionar una visión integral y sólo transfiere aquella parte de la realidad que conviene a los intereses que representa.”
En el discurso pronunciado en el estadio del Club Huracán el día 11 de marzo pasado la señora Presidenta de la Nación señaló a los militantes, entre otros agudos conceptos, que “Quiero decirle a todos ustedes que cuando incorporen a otros argentinos no les pregunten de dónde vienen, no les pregunten cuál es su historia o su partido, pregúntenles si están de acuerdo con que la Asignación Universal por Hijo sirve para que millones de niños tengan derecho a la educación y a la salud. Y también quiero que les pregunten si están de acuerdo que seguir industrializando el país y agregando valor para seguir generando trabajos más calificados para todos los argentinos. Quiero que les pregunten si tenemos que seguir poniendo en la educación pública en todos sus niveles el esfuerzo y los recursos y si tenemos que seguir aún poniendo más; quiero que les pregunten si necesitamos seguir inaugurando – como hace unos días – universidades públicas y gratuitas para que tengamos realmente niveles de igualdad; quiero que les pregunten si necesitamos proteger el trabajo nacional, la producción nacional y el desarrollo de nuestra industria; si necesitamos también seguir desarrollando un fuerte mercado interno que impulse también a que exportemos más mejor porque generamos más y mejores puestos de trabajo; quiero que les pregunten si quieren ser un país donde los derechos humanos son una bandera de toda la sociedad, sin ninguna distinción de ideología o partido, porque es lo que nos diferencia de la barbarie(…) Si están de acuerdo con esas cosas forman parte de esta historia y de este espacio, lo demás es anécdota o vanidades personales(…)
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